Durante la hospitalización por enfermedades severas, entre un 50-70% de los pacientes críticos que requieren ventilación mecánica pueden desarrollar delirium. Este, es una alteración aguda del funcionamiento cerebral que se manifiesta por una falta de atención, desorientación, y a veces agitación y/o ideas o creencias falsas. En la mayor parte de los casos evoluciona a la mejoría, pero genera un elevado nivel de stress en los pacientes y sus familias que temen que no resuelva.
¿En qué puedo colaborar durante la hospitalización?
El delirium se puede prevenir o manejar interviniendo el entorno del paciente hospitalizado. La presencia de un reloj o un calendario, favorecer el ciclo de sueño-vigilia, un entorno más similar al que tenía en su domicilio, y la movilización con equipos de kinesiología y/o sesiones de terapia ocupacional son de utilidad. En cuanto sea factible, la presencia de familiares favorece su resolución, al realizar actividades de activación y reorientación con el equipo.
¿El delirium puede producir secuelas?
El delirium cuando es persistente puede asociarse a complicaciones a largo plazo que pueden afectar la salud mental, el estado cognitivo y la independencia funcional del paciente post UCI. Por ello, el mayor esfuerzo debe estar en prevenirlo durante su hospitalización, o si aparece intentar minimizar su duración.
En caso de dudas respecto a si su familiar presenta o no alguna alteración post UCI o relacionada con la presencia del delirium, se recomienda evaluación formal de su salud mental (psicología y/o psiquiatría) y de su estado de funcionamiento cerebral (evaluación por neurología).