La mayoría de las personas que han tenido COVID se recuperarán sin un impacto a largo plazo en su memoria y concentración. Algunas personas pueden experimentar dificultades leves que no duran mucho.
Otras personas, especialmente aquellas que han tenido una enfermedad grave, pueden presentar alteraciones por mayor tiempo. Así mismo, las personas que tenían algunos problemas de memoria antes de enfermarse pueden percibir que empeoran después del COVID, estos cambios pueden ser leves y pueden no durar mucho tiempo.
¿Cómo el COVID puede afectar la memoria y la concentración?
Memoria: si su memoria se ve afectada, es posible que le resulte difícil retener información para usarla para tomar decisiones basadas en esa información, puede tener dificultades para recordar algo que ha sucedido u olvidarse de tomar los medicamentos a tiempo, por ejemplo.
Atención y concentración: Los problemas de atención / concentración pueden dificultar la concentración. Por ejemplo, puede ser difícil encontrar el abrelatas en el cajón de utensilios desordenado, ayudar a su hijo / nieto con la tarea o mantener una conversación mientras la televisión está encendida, o mantenerse al día con conversaciones que son rápidas o involucran a otra persona. Puede ser más difícil hacer dos cosas al mismo tiempo y no distraerse al intentar concentrarse en una tarea.
Funciones ejecutivas: Las funciones ejecutivas son los procesos mentales que nos permiten resolver problemas, tomar decisiones, planificar con anticipación y realizar las tareas hasta el final. Por ejemplo, las funciones ejecutivas son necesarias para resolver problemas, organizar actividades, arreglar el automóvil, encontrar un nuevo trabajo o un nuevo lugar para vivir.
Las personas con problemas de funcionamiento ejecutivo pueden parecer desorganizadas, impulsivas y no piensan bien las cosas. Puede que les resulte difícil ponerse manos a la obra, o comenzar una tarea pero no llevarla a cabo, pueden distraerse con algo irrelevante y no darse cuenta de que se han desviado de la tarea.
